lunes, 2 de febrero de 2009

Gobierno oportunista y con buena imagen

Informan que el gobierno tiene una de las mejores imágenes de un gobierno en los últimos años. Yo diría que el gobierno tiene un excelente equipo asesor de imagen. Un sentido del oportunismo envidiable y un despilfarro en publicidad televisiva que da vergüenza, pero del que nadie habla. Al mejor estilo de los gobiernos que enmascaran los "negocios" oscuros con mucha propaganda, para adormecer al pueblo. Los gobernantes nicas han sido especialistas en ello.

En la misma noticia se habla de que en dicha encuesta el terremoto ha favorecido la imagen del gobierno, ¡qué ironía! Si no fuera por organizaciones como Un techo para mi país, Cruz Roja Internacional, Bomberos de Costa Rica y otros grupos que han preferido trabajar al margen de la ineficiente Comisión de Emergencias (como artistas que han dado conciertos aliados con asociaciones comunales), la crisis de los pueblos afectados por el sismo no se hubiera solventado con tanta rapidez y solidaridad. Pero el pueblo que es ingenuo hasta cierto límite, asocia la solidaridad con algo positivo del gobierno. Y el gobierno que de ingenuo no tiene un ápice, aprovecha el discurso de la solidaridad para ganar adeptos. Por eso ahora Arias anda de pregonero de la solidaridad para arriba y para abajo. Mis respetos para el equipo de imagen del gobierno.

Volvemos al concepto de solidaridad. En Costa Rica esa palabra a veces nos suena hueca y a veces nos conmueve. El pueblo es solidario consigo mismo en muchas regiones del país, el gobierno se aprovecha de esa solidaridad para emocionar su imagen. Al gobierno actual no le interesa la solidaridad, sino la gula de los grupos empresariales que representa.

Muy bien lo explica Luis Paulino Vargas en un artículo reciente, en relación con el plan escudo atinente a la temática del empleo indica que hay una "propuesta más puntual y verdaderamente patética: la de que las personas trabajadoras acepten la reducción de su jornada laboral, a fin de que dos personas estén empleadas a medio tiempo, en vez de una sola a tiempo completo. La demagogia arista alcanza aquí un punto culminante: convierte el sacrificio de las familias trabajadoras en un asunto de solidaridad. Ello se ilustra fácilmente con un solo ejemplo: ¿qué significaría para una familia trabajadora de 5 miembros el que su ingreso familiar -generalmente proveniente de una sola fuente- se reduzca repentinamente a la mitad? Ahora bien -si es que de solidaridad se trata- una podría invertir la fórmula: ¿qué tal si las empresas grandes y poderosas (cosa distinta son las pequeñas) conservan a todos sus trabajadores y trabajadoras en sus puestos aún si ello implica reducir sus ganancias? Estoy seguro que esta fórmula no implicará sacrificio alguno en la vida personal de los dueños y accionistas. Pero se prefiere insistir en la precarización laboral y se promueve una negociación entre las personas trabajadoras y la patronal, que es una perfecta falsedad ¿O es que una trabajadora tendría algo que negociar cuando su empleador la pone ante la disyuntiva de ser despedida o trabajar medio tiempo? Porque -dicho sin eufemismos demagógicos- una vez que se abre el portillo, la patronal lo utilizará como mejor le parezca, no para contratar dos personas a medio tiempo en vez de una a tiempo completo, sino para rebajar jornadas laborales a conveniencia." (el artículo completo está en www.tribunademocratica.com)

Y el PAC calló en la trampa. Por eso no extraña que Arias reconociera en su mensaje dominical que gracias al apoyo del PAC se podría aprobar este pernicioso provecto para los trabajadores. Este gobierno de tonto no tiene nada. Para efectos electorales el fiasco será compartido.

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