martes, 3 de febrero de 2009

Gobierno y cenas escandalosas...

El A y A, mejor dicho, el señor Sancho, anuncia que no tardarán más de 10 días en atender una solicitud. Acto seguido dice que le pide a los empleados que trabajen una hora más, es decir, 9 horas diarias. Me pregunto, ¿realmente trabajarán los empleados del A y A las 9 horas o harán acto de presencia? Y si en realidad se les "solicitara" y realmente trabajaran esas 9 horas, ¿por qué los empleados y familias han de verse afectadas porque el gobierno quiere mejorar su imagen? ¿Por qué no idear mejores estrategias de cobertura y sistemas más eficientes para que el A y A puede cumplir sin ocupar más el tiempo de las personas?

Acto seguido, se informa sobre el despilfarro por un monto de 617.000 colones en que incurre Ennio Rodríguez para hablar sobre "erradicación de tugurios" en un restaurante fino de Escazú. Verguenza gubernamental de la Ministra de Vivienda, ¿de qué si siempre han realizado estos despilfarros? El que algunos se detecten es otra historia. Si solo emplearan esos dineros en verdaderamente erradicar tugurios otro gallo cantaría. A esta gente se le olvida que trabaja para el pueblo, mientras se dan la vida de ricos. ¡Qué mal! Sin temor a equivocarse la solución de Arias será destituir a Rodríguez, aunque en el fondo el problema es de actitud, la actitud de una clase política dirigente que se sirve del dinero de los costarricenses. ¡Y luego le pide a los trabajadores que se sacrifiquen por el salarito, que trabajen 4 horas menos por solidaridad, que trabajen una o más horas sin paga para ayudar a la institución, ¡qué descaro! Pero, ¿cuándo eliminarán estos gastos de las altas jerarquías?, ¿cuándo bajarán la renta, la ganancia, de los grandes empresarios oligarcas?

Definitivamente, el gobierno se aprovecha de la crisis para joder más al pueblo, con la farsa propagandística de alivianar la crisis. Se aprovecha para montar mejores condiciones para los ricos y peores para los trabajadores. Calderón Guardia, el General Volio, Rodrigo Facio, Figueres Ferrer se han de revolcar viendo como su legado es sistemáticamente despedazado por el demagogo aristócrata más desvergonzado de las últimas décadas en Costa Rica: Oscar Arias Sánchez.

Pero lo más curioso es que Laura Chinchilla, la protegida del terrateniente, habla en su discurso electoral, en su publicidad televisiva, que es necesario un cambio. ¿Cuál cambio si todos sabemos que ella será la continuación de las políticas clasistas de Arias Sánchez? Sí, ya lo sabemos, se trata del cambio imaginario, del cambio que es palabra mágica en la propaganda electoral para los miles de costarricenses electores que siempre piensan en un cambio para el beneficio de la mayoría, y no el de una clase poderosa llena de ambición. Se trata del mismo engaño de cada 4 años.

Canal 7 desenmascara el desastre gubernamental, a través de la Comisión Nacional de Emergencias, en la atención del terremoto de Cinchona. Y pensar que el mismo terremoto mejoró la imagen de Arias. El manejo de las emociones del pueblo es el éxito de todo político irresponsable (¿será esta expresión un epíteto?). Ahora queda claro que si no hubiera sido por la ayuda de otros, el desastre sería más desastre. Que Dios libre nos toque un terremoto de grandes proporciones en las ciudades de la GAM, Pompeya será solo un acercamiento a lo que podría pasar. Los ticos no estamos preparados para nada, es la verdad, mucho menos nuestros gobiernos comensales en restaurantes carísimos de Escazú.

Me queda el consuelo de que los verdaderos gobernantes de Costa Rica, esos solidarios que actúan para recoger y entregar las ayudas, que administran y trabajan para el beneficio de la sociedad, que se desprenden de lo que tienen para quienes lo urgen, que son voluntarios a pesar de la vida propia; esos costarricenses de verdad, aún existen en todos los rincones del país. Cinchona fue un claro ejemplo. Quiero en este caso mencionar al empresario cartaginés que donó sus maquinarias para ayudar en el terremoto. Sin alardear, sin pedir nada a cambio, sin esperar publicidad -al parecer- este hombre costarricense ofreció sus recursos para ayudar. Un techo para mi país es otro caso ejemplar.

Siempre hay esperanza cuando se piensa en esos costarricenses...

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