jueves, 29 de enero de 2009

Banco Popular BCR y otros abusos...

Otro caso que olvidé mencionar antes sobre abuso institucional es el del Banco Popular, el que era el banco de los trabajadores. Una amistad me contó afligida que no podía pagar un préstamo en esta entidad y se retrasaba por falta de trabajo, pero que cada vez que podía reunir a duras penas una cuota se encontraba con la amargura de enfrentar cargos por mil cosas: cobros administrativos, por llamadas telefónicas y otros que ni modo, así funciona. ¡Entonces no se atrase le decían en el banco! Claro, verlo desde un escritorio puede ser muy fácil.
Pero ahora la volaron, en buen tico, con un sobrecargo que aplican unilateral y descaradamente de $10 con cada retraso. Mi amistad me contó: "sin antes me costaba pagar retraso, ahora sencillamente no puedo pagar". Desde diciembre el abuso popular se justifica, según le dijo un empleado, en que ya está publicado en la Gaceta y ¡santo remedio! La Biblia habla. ¿Cómo pensarán los del Popular que esto pueda mejorar la recaudación? Si antes no se podía pagar, ahora menos. Y lo más grave es que más bien estas medidas unilaterales, que uno se debe tragar aunque no las firmara expresamente en el contrato del préstamo, lo que hace es limitar la calidad de vida de los trabajadores. Por supuesto, el responsable entonces se limitará hasta de comer si es el caso, como hacen muchos, para honrar su fatídica y ahora más pesada deuda. Al servicio de los trabajadores…
Sí, ya sabemos, la lógica moderna de las instituciones estatales: competir o morir. Entonces uno se pregunta: ¿para qué quieren sobrevivir entonces? Para los empleos nada más, porque a los clientes, por lo visto, que se los lleve el carajo. Pero no es de asombrarse para muchos, así han funcionado los bancos "de desarrollo" desde hace muchos años. Por ejemplo, el Banco de Costa Rica para dar patrocinio a proyectos culturales pone como requisito que sean proyectos masivos, de amplia difusión, es decir, concierto de reggaetón. "¿Y los recitales de poesía?", se preguntaba un amigo. Y yo pienso en más: los libros, los trabajos de arte, los proyectos para enseñar a leer a los niños (porque la educación costarricense del MEP ha demostrado con creces su ineficacia para eso), la música no popular, entre muchos más.
Y por supuesto que no excluyo las muchas cosas favorables que tiene esa banca "nacionalizada". Por dicha la tenemos, porque sino muchos estaríamos bajo el hachazo de robos legalizados como el de Credomatic o financieras que usan futbolistas en su publicidad. Claro, el buen economista liberal dirá: ese es el mercado, con opciones para escoger. ¿Y por el inocente e ignorante que no lee la letra menuda de los contratos quién escoge? ¿Él mismo? Pero de banca y libre mercado más adelante volveremos, los ejemplos de abuso sobran en esa ley animal del más fuerte…

No hay comentarios:

Publicar un comentario